La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), encabezada por Arabia Saudita y Rusia, sorprendió al mercado global al anunciar un incremento más fuerte de lo previsto en sus cuotas de producción de crudo para agosto de 2025. En una reunión celebrada el sábado, el grupo informó que ocho de sus países miembros implementarán un aumento combinado de 548.000 barriles diarios, superando con creces los 411.000 barriles que anticipaban los analistas.
Este nuevo ajuste marca la cuarta alza consecutiva desde mayo, rompiendo con la tendencia de recortes que la organización venía aplicando desde finales de 2022 con el objetivo de sostener los precios del petróleo ante una demanda global inestable.
Cambio de estrategia: más participación en el mercado
Según Jorge Leon, analista de Rystad Energy, esta decisión representa un giro estratégico hacia la conquista de cuotas de mercado, en lugar de priorizar el mantenimiento de precios altos. “Hace unos meses esta subida habría sido impensable”, señaló, destacando el cambio de mentalidad dentro del grupo de productores.
Este incremento forma parte de la reversión progresiva de un recorte histórico de 2,2 millones de barriles por día acordado previamente por Arabia Saudita, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán. Esos recortes, implementados para frenar la caída de los precios, ahora están siendo levantados gradualmente, devolviendo ese petróleo al mercado.
Desafíos internos y presiones entre miembros
Uno de los factores que impulsa este giro es la necesidad de hacer cumplir los límites de producción, ya que algunos miembros —como Kazajistán e Irak— han incumplido sus cuotas. Con el aumento global de producción, Arabia Saudita busca presionar a estos países al reducir su rentabilidad y limitar su margen para seguir produciendo por encima de los niveles acordados.
A pesar del aumento de cuotas en meses anteriores, los datos de Bloomberg indican que la producción real del cartel solo creció en 200.000 barriles diarios en mayo, lo que sugiere que varios miembros todavía enfrentan limitaciones para incrementar su bombeo.
Un mercado con fundamentos sólidos, pero precios más bajos
La OPEP+ justificó su decisión destacando “la estabilidad de las perspectivas económicas globales y la buena salud de los fundamentos del mercado”, señalando específicamente los bajos niveles de reservas de crudo como una señal positiva.
No obstante, el precio del barril de Brent —referencia internacional— ha estado fluctuando entre 65 y 70 dólares en los últimos meses, lejos de los niveles superiores a 80 dólares que alguna vez fueron el objetivo del cartel. A inicios de año, el Brent se cotizaba cerca de 75 dólares, lo que indica una tendencia descendente que la OPEP+ parece haber dejado de combatir activamente.
El conflicto Irán-Israel no altera los planes
En junio, el mercado del crudo experimentó un breve repunte debido a la escalada bélica entre Irán e Israel, un conflicto que duró 12 días. El temor a una interrupción en el estrecho de Ormuz —paso estratégico por donde transita el 20% del crudo mundial— elevó momentáneamente el precio del Brent por encima de 80 dólares. Sin embargo, esa amenaza no se materializó.
Lejos de frenar la expansión, este episodio reafirmó la estrategia de la OPEP+. Según el analista Ole Hansen, la organización optó por seguir adelante con el incremento de producción como medida preventiva ante un escenario en el que Irán eventualmente vea afectadas sus capacidades de exportación.
El anuncio de la OPEP+ en julio de 2025 marca un cambio decisivo en la política petrolera global, priorizando la participación en el mercado sobre la contención de precios. Mientras algunos países luchan por cumplir sus cuotas y el mercado se adapta a nuevas dinámicas geopolíticas, los consumidores y economías importadoras de crudo deberán estar atentos a los posibles efectos de esta mayor oferta en los precios internacionales del petróleo.