Los precios del petróleo registraron una marcada alza este lunes, impulsados por un sentimiento de alivio en los mercados tras el anuncio de un aumento moderado en la producción por parte de la alianza OPEP+, así como por la incertidumbre en torno a las negociaciones entre Rusia y Ucrania.
A las 09:45 GMT (11:45 hora de París), el barril de Brent del Mar del Norte, con entrega en agosto (su primer día como contrato de referencia), subía 3,31% para situarse en 64,86 dólares. Por su parte, el barril de West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos y con entrega en julio, ganaba 3,55% hasta alcanzar los 62,95 dólares.
Aumento previsto de la producción en julio
Durante el fin de semana, Arabia Saudita, Rusia y otros seis países de la OPEP+ confirmaron una nueva subida en la producción petrolera para el mes de julio, añadiendo 411.000 barriles diarios al mercado. Esta cifra, ya prevista en los planes anunciados en diciembre, representa la misma cantidad que en mayo y junio.
A pesar de la magnitud del incremento, los mercados reaccionaron con alivio al no concretarse los temores de un aumento aún mayor. Según John Evans, analista de PVM, “el mercado siente que la decisión de la OPEP+ pudo haber sido peor”.
Detrás de esta estrategia, se sugiere que Arabia Saudita busca ejercer presión sobre los miembros del cartel que no cumplen con sus cuotas, como Kazajistán. De acuerdo con el analista Bjarne Schieldrop, para que el comercio se vuelva deficitario para este país, el precio del Brent debería caer por debajo de los 58 dólares por barril. Esta situación podría motivar a Arabia Saudita a impulsar una nueva alza de producción en agosto.
Incertidumbre por las sanciones al petróleo ruso
En el ámbito geopolítico, todas las miradas están puestas en las conversaciones que Rusia y Ucrania mantienen este lunes en Estambul, en un intento por avanzar hacia el fin del conflicto iniciado en febrero de 2022 con la invasión rusa.
Según Arne Lohmann Rasmussen, analista de Global Risk Management, la clave para los mercados petroleros es si Estados Unidos decidirá endurecer las sanciones contra Rusia. Una propuesta en ese sentido ya cuenta con un amplio respaldo bipartidista en el Senado, aunque el expresidente Donald Trump se ha negado hasta ahora a apoyarla.
En caso de que se impongan nuevas restricciones al sector energético ruso, estas serían percibidas como un factor alcista para los precios, al reducir la capacidad de Moscú para exportar crudo.