El precio del petróleo registró una fuerte caída el lunes 5 de mayo, generando gran preocupación en los mercados internacionales. Tanto el crudo Brent, referencia clave para Colombia, como el West Texas Intermediate (WTI), descendieron más de un 2 %, situándose por debajo de los USD 60 por barril. Esta baja se produce en un contexto marcado por la decisión de la Opep+ de aumentar la producción de crudo, lo cual ha generado incertidumbre sobre la estabilidad del mercado energético global.
¿Por qué cayó el precio del petróleo?
El descenso del precio del crudo está directamente relacionado con el anuncio de la Opep+, realizado el sábado 3 de mayo, de incrementar la producción de petróleo con un aumento de 411.000 barriles diarios durante junio. Esta cifra supera ampliamente la proyección inicial de 137.000 barriles diarios y busca presionar a los países que no han cumplido con sus cuotas previas y debilitar la industria del fracking en Estados Unidos.
Este aumento de la oferta petrolera en un entorno de demanda incierta ha provocado una reacción negativa en los mercados. Analistas como Ipek Ozkardeskaya, de Swissquote Bank, advirtieron que el crecimiento económico global está en retroceso debido a la guerra comercial entre EE. UU. y otras potencias, lo que agrava los problemas de sobreoferta.
Cotizaciones del Brent y del WTI
Durante la jornada del lunes 5 de mayo, el WTI llegó a cotizarse en USD 56,82, marcando su nivel más bajo del año. El Brent, por su parte, cayó a USD 59,91, y más tarde bajó a USD 59,08. Para las 1:30 p. m., ambos futuros continuaron descendiendo: el WTI tocó los USD 56, acumulando una caída de casi 4 % en el día.
Estas cifras reflejan una caída acumulada superior al 20 % desde inicios de año, lo que impacta directamente a países exportadores como Colombia.
Impacto en Colombia y en Ecopetrol
La caída en el precio del petróleo Brent afecta de manera directa a la economía colombiana, especialmente a la estatal Ecopetrol, cuya rentabilidad depende en gran medida del precio del crudo.
Ricardo Roa Barragán, presidente de Ecopetrol, explicó que por cada dólar que disminuye el precio del petróleo, la compañía pierde aproximadamente 0,7 billones de pesos en utilidad neta y 0,9 billones en Ebitda. Si el precio baja a USD 63, cuando se había proyectado un valor de USD 73 por barril, las pérdidas podrían alcanzar los 12 billones de pesos.
Frente a este panorama, Ecopetrol ha tomado medidas de austeridad desde 2023, logrando reducir sus gastos en 5,3 billones de pesos, por encima de la meta inicial de 3,6 billones. Sin embargo, Roa advirtió que ahora se deberán extremar dichas medidas para proteger la rentabilidad de la empresa.
El dólar en Colombia también se resiente
Otro efecto colateral de la caída del petróleo ha sido el comportamiento del dólar en Colombia, que volvió a subir, generando preocupación entre los consumidores y sectores económicos. Aunque la subida no fue tan pronunciada como en otras ocasiones, la volatilidad del tipo de cambio persiste.
Según Alexander Ríos, analista económico de Inverxia, la reacción del dólar no fue tan agresiva gracias a factores locales, pero el riesgo cambiario sigue latente mientras el petróleo no recupere terreno.
Consecuencias globales de la sobreoferta
El contexto internacional sigue siendo complicado. La estrategia de la Opep+ para dominar el mercado puede provocar un exceso de crudo que no encuentre suficiente demanda, especialmente si continúa la desaceleración global. Esto podría traducirse en una prolongada fase de precios bajos del petróleo.
Economistas del Deutsche Bank han señalado que, a pesar del efecto desinflacionario que esto podría tener en los precios de la energía, muchas economías desarrolladas siguen enfrentando niveles de inflación por encima de las metas establecidas por sus bancos centrales, lo que complica aún más las decisiones de política económica.
Perspectivas para el mercado petrolero
El futuro del mercado energético dependerá de cómo evolucione la producción de la Opep+, el crecimiento económico global y las tensiones geopolíticas. Por ahora, la combinación de alta oferta y baja demanda mantiene en alerta a los inversionistas y a las empresas del sector petrolero.
En países como Colombia, donde el petróleo representa una fuente importante de ingresos fiscales, estas fluctuaciones pueden tener repercusiones profundas. La caída del precio del petróleo obliga a gobiernos y empresas a reevaluar presupuestos, recortar gastos y buscar nuevas fuentes de ingreso.