El descubrimiento de petróleo en 2015 por parte de ExxonMobil en las aguas frente a la costa de Guyana desencadenó una de las transformaciones económicas más extraordinarias de la historia moderna. Este pequeño país sudamericano de aproximadamente 800,000 habitantes ha pasado de ser una de las naciones más pobres del hemisferio occidental a convertirse en la economía de más rápido crecimiento del mundo, con un fenómeno que algunos analistas han denominado el “milagro económico” de América del Sur.
El descubrimiento que cambió todo
En 2015, ExxonMobil descubrió reservas de petróleo en el bloque Stabroek, ubicado en aguas profundas a unos 190 kilómetros de Georgetown. Este hallazgo, considerado uno de los descubrimientos petroleros más significativos de las últimas décadas, reveló reservas estimadas en más de 11,000 millones de barriles de petróleo recuperable. El bloque Stabroek se extiende por 6.6 millones de acres y es operado por un consorcio liderado por ExxonMobil con 45% de participación, junto a Hess Corporation con 30% y CNOOC con 25%.
La producción comercial comenzó en diciembre de 2019, y desde entonces el crecimiento ha sido vertiginoso. A principios de 2024, Guyana producía aproximadamente 645,000 barriles diarios, con proyecciones de alcanzar entre 720,000 y 900,000 barriles diarios para finales de 2025. Para 2027, se espera que la producción supere 1.2 millones de barriles diarios, lo que posicionaría a Guyana por encima de productores tradicionales como Colombia y Venezuela.
Transformación económica sin precedentes
El impacto del petróleo en la economía guyanesa ha sido extraordinario. Según el Fondo Monetario Internacional, desde 2022 Guyana ha registrado un crecimiento real medio anual del 47%, el más alto del mundo. Las cifras de crecimiento del PIB muestran la magnitud de esta transformación: 43.5% en 2020, 20.1% en 2021, 62.3% en 2022, 38.4% en 2023 y 43.8% en 2024.
El PIB de Guyana experimentó un salto dramático, pasando de aproximadamente 5,000 millones de dólares antes del boom petrolero a más de 20,000 millones de dólares actualmente. Más impresionante aún es el crecimiento del PIB per cápita, que pasó de 6,950 dólares en 2020 a 20,560 dólares en 2023, y alcanzó los 32,932 dólares en 2024. Proyecciones del Banco Mundial y Bloomberg Economics indican que para 2030, Guyana podría alcanzar un PIB per cápita de 50,790 dólares, lo que lo situaría entre las 25 economías más ricas del mundo.
Guyana se ha convertido en el mayor productor de petróleo per cápita del mundo, superando a naciones tradicionales como Kuwait y Arabia Saudita, con aproximadamente 0.79 barriles de petróleo producidos por persona.
Impacto en sectores específicos
Sector petrolero y exportaciones
La industria petrolera ha transformado radicalmente la composición de las exportaciones guyanesas. En 2019, el petróleo representaba solo el 0.1% del valor total de las exportaciones; para 2020 esta cifra saltó al 40%, y alcanzó el 70% en 2021. El superávit por cuenta corriente se duplicó en 2024, alcanzando aproximadamente 24.5% del PIB, impulsado por las crecientes exportaciones de crudo.
Los ingresos petroleros de Guyana aumentaron a 2,570 millones de dólares en 2024, incluyendo las ventas de crudo realizadas por el gobierno y 348 millones de dólares en regalías. ExxonMobil Guyana Limited reportó ganancias de 4,700 millones de dólares en 2024, frente a 2,900 millones en 2023.
Inversión en infraestructura
El gobierno ha destinado los ingresos petroleros a la construcción y modernización de infraestructura crítica. La inversión en proyectos de infraestructura como carreteras, puentes y puertos pasó de 187 millones de dólares en 2019 a 650 millones de dólares en 2023, un crecimiento del 247%. El país está experimentando un boom de construcción sin precedentes, con proyectos que incluyen carreteras, hospitales, escuelas, puertos y redes eléctricas.
El sector de salud recibió una asignación de 406 millones de dólares para construir o ampliar 12 hospitales, incluyendo dos hospitales regionales, un nuevo centro pediátrico y maternal, y seis centros sanitarios en las provincias. Empresas reconocidas como Mount Sinai Health System están colaborando con Hess Corporation para mejorar el Hospital Público de Georgetown.
Empleo y desarrollo de capacidades
La industria petrolera y de gas ha generado importantes oportunidades de empleo, aunque persisten desafíos. Para 2023, se esperaban más de 700 contrataciones en el sector petrolero, abarcando desde posiciones técnicas y de ingeniería hasta tecnologías de la información y salud. Los guyaneses representan más del 67% de la mano de obra del sector de petróleo y gas, con más de 2,000 empresas locales involucradas.
Sin embargo, existe la percepción de que muchos puestos de trabajo altamente especializados aún son ocupados por extranjeros. Un comerciante local estimó que los guyaneses obtienen entre el 10% y el 15% de estos puestos de trabajo. ExxonMobil y sus socios han anunciado planes de invertir 100 millones de dólares en la formación de mano de obra local durante los próximos diez años.
Gestión de la riqueza petrolera: El Fondo de Recursos Naturales
Para evitar caer en la “enfermedad holandesa” y garantizar la sostenibilidad a largo plazo, Guyana estableció el Fondo de Recursos Naturales (NRF) en 2019, depositado en la Reserva Federal de Nueva York. Este fondo soberano acumuló más de 3,100 millones de dólares para finales de 2024, equivalente a más del 12.5% del PIB.
Los retiros del fondo están regulados por la Ley NRF 2021, que establece límites estrictos para mitigar posibles efectos del mal holandés. Los ingresos provenientes de los hidrocarburos se mantienen fuera de la economía, y los retiros están definidos para mantener la estabilidad macroeconómica. Las reservas internacionales brutas de Guyana superaron los 1,000 millones de dólares a finales de 2024.
Diversificación económica más allá del petróleo
Si bien el petróleo ha sido el motor del crecimiento, la economía no petrolera también ha experimentado una expansión significativa. El PIB real no petrolero creció más de 13% en 2024, reflejando un desempeño sólido y amplio en diversos sectores. Se proyecta que el crecimiento del PIB no petrolero alcance un promedio de 6.75% en el mediano plazo, tres puntos porcentuales más alto que el promedio de la década anterior al petróleo.
Agricultura
Guyana está experimentando una revolución agrícola, con el 8% del presupuesto nacional destinado al sector agrícola durante 2023 y 2024. El país alcanzó por primera vez una producción de más de 700,000 toneladas de arroz en 2024. El gobierno está promoviendo técnicas de agricultura climáticamente inteligente, como invernaderos y granjas de hidroponía, para producir cultivos no tradicionales como brócoli, coliflor y zanahorias, que anteriormente se importaban.
Esta estrategia forma parte del compromiso de la Comunidad del Caribe (CARICOM) de reducir el 25% de la importación de alimentos para 2025. El país está invirtiendo en modernización del sector, fortalecimiento de la sanidad vegetal y animal, y transformación de productos primarios.
Manufactura y otros sectores
La expansión económica ha generado spillovers positivos del sector petrolero hacia otros sectores productivos como construcción, transporte, servicios, agricultura y minería. El aumento de la inversión extranjera directa fue del 47% durante el primer semestre de 2022, al recibir casi 2,000 millones de dólares.
Desafíos persistentes: pobreza y desigualdad
A pesar del extraordinario crecimiento económico, la riqueza petrolera aún no ha llegado a toda la población. El gobierno de Guyana reporta una tasa de pobreza del 48%, refiriéndose a aquellos que viven con menos de 5 dólares al día. La mayor incidencia de pobreza extrema se encuentra entre la población indígena del país.
Los niveles de vida de la mayoría de la población siguen por debajo del promedio, y los signos de pobreza son evidentes en todo el país. La esperanza de vida al nacer es de 69.8 años, inferior al promedio regional. Existe una marcada desigualdad, con unos pocos que poseen grandes fortunas mientras la mayoría de la población aún lucha por llegar a fin de mes.
Sin embargo, hay señales positivas. La tasa de desempleo descendió al 12.4% en 2024, por debajo del 15.6% del primer trimestre de 2021. Los jóvenes ahora cuentan con empleos bien remunerados en la industria energética, y profesionales que habían emigrado están regresando motivados por las nuevas oportunidades laborales.
Riesgo de la “enfermedad holandesa”
El término “enfermedad holandesa” se refiere a los impactos negativos provocados por un aumento significativo en los ingresos de divisas, especialmente por la explotación de materias primas. Este fenómeno puede causar la apreciación de la moneda local, abaratando las importaciones y perjudicando la competitividad de otros sectores productivos, lo que aumenta la dependencia de la economía del sector petrolero y de los precios volátiles del crudo en el mercado internacional.
Guyana enfrenta el riesgo de esta “enfermedad” que afectó a Países Bajos en los años 60 y a Venezuela más recientemente. El desafío principal sigue siendo la diversificación de la economía para evitar la dependencia exclusiva del petróleo. Los expertos advierten que el país necesita un plan holístico que no se centre únicamente en cifras vacías de crecimiento, sino que preste atención a cuestiones sociales más significativas.
Impacto ambiental y controversias
La expansión petrolera ha generado preocupaciones ambientales significativas. Entre 2019 y 2023, ExxonMobil quemó 687 millones de metros cúbicos de gas en la costa de Guyana mediante la práctica de flaring, liberando 1.32 millones de toneladas de CO₂ a la atmósfera, equivalente a las emisiones de casi 287,000 automóviles durante un año. Esto sitúa a Guyana como el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero por flaring en la Amazonía, detrás de Ecuador.
Las reservas estimadas de carbono en la selva amazónica de Guyana ascienden a 4.25 gigatoneladas, equivalente a 15.6 gigatoneladas de CO₂. Sin embargo, la quema de las reservas de petróleo ya identificadas podría liberar hasta 4.09 gigatoneladas de CO₂ a la atmósfera, lo que representa el 26.2% del servicio ecosistémico prestado por su selva. Este dilema posiciona a Guyana en una paradoja entre su reconocimiento como defensor climático—con un 90% de su territorio cubierto por bosques bien preservados—y su evolución hacia un petroestado.
Tensiones geopolíticas: la disputa con Venezuela
El descubrimiento de petróleo reavivó la histórica disputa territorial entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo, un territorio de 160,000 km² administrado por Guyana pero reclamado por Venezuela. El Esequibo, donde se encuentra el bloque Stabroek, representa dos tercios del territorio que Guyana administra actualmente.
La tensión escaló después de 2015, cuando ExxonMobil comenzó la exploración petrolera en aguas disputadas. Venezuela ha denunciado estas operaciones petroleras y ha amenazado con otorgar licencias propias en el área, mientras Guyana defiende su soberanía basándose en el laudo arbitral de París de 1899. En 2018, Guyana llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia, aunque Venezuela rechaza la jurisdicción de la corte.
Proyecciones y el futuro petrolero
ExxonMobil proyecta alcanzar para 2030 una capacidad total de 1.7 millones de barriles diarios con ocho proyectos en operación. El Fondo Monetario Internacional pronostica que la economía guyanesa crecerá en promedio un 14% anual hasta 2030. Para 2025, el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 11.8%, y para 2026, espera que el PIB se expanda a un ritmo de 22.4%.
La rapidez con la que se han desarrollado los proyectos petroleros en Guyana es inusual en la industria. Normalmente, la exploración y explotación de nuevos yacimientos puede llevar décadas, pero ExxonMobil ha logrado reducir significativamente los plazos gracias a una inversión masiva, avances tecnológicos y un entorno regulatorio favorable.
En septiembre de 2025, ExxonMobil aprobó el proyecto Hammerhead con una inversión de 6,800 millones de dólares, que se espera produzca 150,000 barriles de petróleo por día cuando entre en operación en 2029. Este proyecto marca la primera colaboración de ExxonMobil con Chevron como su socio más grande en Guyana, después de que Chevron completara su adquisición de 53,000 millones de dólares de Hess en julio de 2025.
La transformación de Guyana por el petróleo representa uno de los giros económicos más dramáticos de la historia moderna. En menos de una década, el país pasó de ser una de las naciones más pobres del hemisferio occidental a convertirse en el mayor productor de petróleo per cápita del mundo y la economía de más rápido crecimiento a nivel global. Sin embargo, el verdadero éxito de esta transformación dependerá de la capacidad del país para diversificar su economía, distribuir equitativamente la riqueza, evitar la enfermedad holandesa, y equilibrar el desarrollo económico con la protección ambiental y la estabilidad geopolítica. El modelo de gestión que Guyana adopte en los próximos años determinará si su boom petrolero será una bendición duradera o seguirá el patrón de otras naciones ricas en recursos que no lograron convertir su riqueza natural en prosperidad sostenible para toda su población.