La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), liderados por Arabia Saudita y Rusia, anunció una nueva e importante alza en la producción de petróleo a partir de julio de 2025. Según un comunicado oficial emitido el sábado 31 de mayo, ocho miembros del grupo producirán 411,000 barriles adicionales por día, una cifra que triplica la inicialmente prevista y que ya se había alcanzado en mayo y junio.
Los países involucrados —Arabia Saudita, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán— habían adoptado en años recientes recortes voluntarios por un total de 2.2 millones de barriles diarios, en un esfuerzo por sostener los precios del crudo. Sin embargo, a inicios de 2025 comenzaron a revertir gradualmente estas reducciones. La aceleración de este proceso durante la primavera provocó una caída del precio del petróleo, que llegó a los 60 dólares por barril, su nivel más bajo en los últimos cuatro años.
Según el analista Jorge Leon, de Rystad Energy, “la OPEP+ ha golpeado tres veces: mayo fue una advertencia, junio una confirmación y julio un ultimátum”. Para Leon, esta nueva estrategia refleja no solo dinámicas internas, sino también un ajuste estratégico con claras implicaciones geopolíticas. Arabia Saudita, considera, estaría respondiendo a las presiones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien había solicitado un aumento en la producción para reducir el precio del petróleo y, con ello, los costos en las gasolineras para los consumidores.
Tensiones internas y presiones externas
La decisión se tomó tras una reunión el miércoles 28 de mayo, que reunió a los 22 países miembros de la OPEP y sus aliados. En ella, se mantuvo el calendario de producción actual, postergando hasta finales de 2026 la reducción total de los recortes colectivos, y dejando la iniciativa de los aumentos en manos de los ocho países ya mencionados.
Aunque oficialmente se argumenta que este cambio responde a fundamentos sólidos del mercado —como los bajos niveles de reservas de crudo a nivel global y el aumento estacional de la demanda—, los analistas del sector se muestran escépticos. El contexto internacional, marcado por una guerra comercial impulsada por Estados Unidos, alimenta dudas sobre la verdadera capacidad de absorción del mercado.
Además, se interpreta que Arabia Saudita estaría usando esta estrategia para castigar a los miembros del grupo que no respetan sus cuotas de producción. Kazajistán, en particular, ha sido señalado como uno de los principales infractores, al producir 300,000 barriles por día por encima de su límite, lo que ha generado tensiones con Riad.
Reacción moderada esperada en los mercados
A pesar de la magnitud del anuncio, los analistas no anticipan un desplome inmediato de los precios del crudo cuando reabran los mercados este lunes. Según los expertos, esta noticia ya ha sido en gran parte asimilada por los inversores, por lo que se espera una reacción contenida.
Este movimiento marca un nuevo capítulo en la evolución de la política petrolera global, en la que se entrelazan intereses económicos, geopolítica y presión internacional, dejando entrever que la estabilidad del mercado del petróleo continúa siendo volátil y altamente influenciada por decisiones estratégicas de unos pocos actores clave.